Muy buenas mundo...cada vez el blog va teniendo menos visitas, aunque, lejos de estar molesto, he de reconocer que no me importa en absoluto, así se que lo que escribo lo lee un número reducido de gente y es como si tuviera un pequeño grupo de amigos a los que les contase cosas como las de hoy, porque en realidad los amigos se cuentan con los dedos de una mano, como las visitas ultimamente y de las cuales estoy muy agradecido.
Ultimamente no estoy pasando unos buenos días, pero ayer ya fue la gota que colmó el vaso, tras la publicación de Inmienda, empecé a darle vueltas y vueltas y lo pasé mal, francamente mal intentando creer por todos los medios que mi amigo/a no me había mentido, pero todas las evidencias apuntaban a eso, y yo con las mentiras tengo reacciones muy radicales.Finalmente y tras mucho hablar, disutir, e indagar, rezando por no haber estado equivocado, ya que si lo estaba, habría estado haciendo daño a gente que me quería de forma gratuita, pero por desgracia, descubrí que me equivocaba y que estaba haciendo el payaso, el niñato y que era un auténtico gilipollas...
¿Y qué haces cuando sientes verguenza de lo que has hecho/dicho sin motivo alguno? Pues bien, una vez más arrasé con la tarta de chocolate del cumpleaños de mi hermana, al más puro estilo adolescente americana deprimida, y me harté a llorar como una magdalena, incluso habiendo obtenido el perdón de mi amigo/a, me sentí como una auténtica mierda...
Hay veces que hay que saber todo al 100% porque aunque sea un 1% pued ehacer que la estes cagando mil, y yo, mis errores los pago caros, no por mi amigo/a que se vaya a vengar o algo parecido, si no porque yo mismo me estaré castigando inconscientemente hasta...no se...hasta que deje de hacerlo...
En fin, nunca seáis tan subnormales como yo, os lo aconsejo limitaos a creer lo que véis, es lo más práctico y no lo que escucháis, y limitaos a ir a McDonalds donde nos veremos...
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