miércoles, 20 de octubre de 2010

Conferencias, gilipollas y afirmantes

No se por qué, pero me apetece contaros mi maravillosa mañana, para empezar, el señor "X" que me iba a acompañar a la conferencia ha decidido no venir y encima sin avisar , menos mal que conozco a Badía, ups!  se me ha escapado, y sabía que finalmente no aparecería jaj.
Me siento solo confiado en que o bien se llenará la sala o bien a alguien le tocará la maravillosa experiencia de sentarse a mi lado, pero, mis deseos no fueron concedidos y me seté solo, sin nadie que viviese conmigo la experiencia,delante de mí dos chicos aparentemente simpáticos.
El chico simpatico pasó a ser molesto en el momento en elque se movía inquieto y con su asiento me golpeaba la rodilla, después  del golpe número 300 se volvió pesado, aunque finalmente pasó a ser denominado por mi inconsciente( que diría Freud), para los demás subsconsciente, como gilipollas al darse la vuelta y decir " deja de dar golpecitos a mi butaca, es bastante molesto"... Por mi cabeza rondaron todo tipo de comentarios, ahí van: Será posible grandisimo hijo de puta que llevo media hora soportanto tus putos golpecitos y ahora me dices esto, no te rompo la cabeza porque no me apetece despegar el culo de estas cómodas butacas, además, que coño ha sido de tu educación, un comunicador, buen comunicador ha de hablar con corrección y de forma educada , ni que fuera yo Belén Esteban ( he de reconocer que esa frase está sacada del mítico " ni que fuera yo Bin Laden" de Belén Esteban), pero finalmente, al más puro estilo Ally McBeal acabé por sonreir y decir... si, lo siento; Por un momento pasé yo a ser el gilipollas, pero hice gala de mi buena educación, que a veces hay que contenerse...
En la presentación de la conferencia vi aparecer a un profesor mío, pensé ¿Qué coño hace este aquí? por un momento llegué a creer que en su intrior él pensaría, ¡Hay que ser gilipollas para irse de pellas y asistir a una conferencia sobre seguridad y comunicación en las relaciones internacionales!, pero no, formalmente nos felicitó a los asistentes ( 38 míseros asistentes) y para mi disfrute personal pude comprobar que mi profesor era el Decano de mi universidad, ya se a quién pelotear jaja.
La conferencia resultó interesante hasta que dejó de resultarlo, y fue cuando me fijé en la reacción de la mujer que había presentado al conferenciante siendo así obligada a sentarse durante toda la conferencia al lado de éste; el resultado de mi estudio: aunque no le hagas ni puto caso tu asiente, afirma con la cabeza que tiene toda la razón y no contento con ello, échale flores cuando termine de hablar, sin duda he descubierto un oficio, el de afirmante.
Y esto es todo por ahora... nos vemos en Mc Donalds!!

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