martes, 2 de octubre de 2012

Confesiones de un futuro ex-periodista 1

He pensado que ya que hago un trabajo un poco diferente en una asignatura de clase que me permite mezclar lo que siento con la realidad actual no sería mala idea pegarlo en mi blog y ver que os parece. Así que irán firmadas como confesiones pues ofrecen cosas ocultas de mi, de un futuro ya que todavía no lo soy y ex-periodista ya que cuando termine la carrera probablemente, y tal y como está el panorama, poco podré hacer en el mundillo. Así que aquí va.

CAPÍTULO 1.- El final del pause.

Dicen que estamos entrando en otoño pero realmente ya nadie sabe si es otoño, si es primavera, verano o incluso, si me apuras, alguna noche pasada, es invierno. Casualmente ayer comenzaba la campaña de vacunación contra la gripe y sí, dicen que vale más prevenir que curar pero ¿Estamos locos? ¿quién puede resfriarse con más de 30 grados caminando por las calles de Madrid? Pues si, un servidor. aunque no sea lo habitual en los jóvenes es posible a estas alturas del verano o del otoño según como lo mires. los que más probabilidades tienen son los mayores y es que, los jóvenes no nos damos cuenta de que algunos se hacen viejos y de que enferman más fácilmente; de hecho, algunos, o más bien algunas tienen incluso que retirarse, como el 2012, que pronto tendrá que jubilarse y dar paso a un año nada fácil para los supersticiosos.

Mientras tanto todo vuelve a la normalidad; es como si alguien, en verano, apretase un enorme botón de "pause" que nos permite olvidarnos, evadirnos, incluso crear una realidad paralela en la que los blancuchos se vuelven morenos, los estudiantes trabajan, los trabajadores descansan( o estudian que visto el panorama...) y la gente es feliz viviendo tórridos enamoramientos de verano que no serán más, que no son ya más que el recuerdo de un sueño truncado por la distancia. Apuesto a que con la llegada del otoño han muerto tantas relaciones como hijos se han hecho, o  como moscas he deseado matar; y es que dicen que tienen una vida de tres días pero a parte de una vida intensa tienen que quedarse a gustito las jodías.

Pero no nos estanquemos en el pause y apretemos por fin el play; volvamos a ese Madrid con las calles a reventar de gente gritando y luchando por sus derechos, con o sin Esperanza, pero gritando por sus derechos; volvamos también a esas calles teñidas de azul en las que sentirse VIP cuando encuentras aparcamiento; volcamos a ese olor a pis recién salido del horno pasadas altas horas de la madrugada; volvamos a los estudios, a la incompetencia de la URJC y creedme, un resfriado, será el menor de vuestros problemas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario